Historia
Aeropuerto del Prat

Historia
La Guerra Civil en el Prat

Felipe Díaz Sandino y el Aeropuerto
Cuando estalló la Guerra Civil española en Cataluña el 18 de julio de 1936, no sólo los militares se levantaron en armas en las grandes ciudades. El aeropuerto del Prat, en aquella época también era un aeródromo militar del ejército de la República. Debido a los rumores del posible golpe, muy pocos militares decidieron coger sus vacaciones de verano.

Días antes de la insurrección, el teniente coronel Felipe Díaz Sandino [Caldas de Estrach (Barcelona), 25.9.1892 – Bogotá (Colòmbia), 1957] que es el jefe responsable del aeropuerto del Prat, preparó todo el pueblo para poder la posible insurrección del aeropuerto y en el pueblo, ya que conocía que en el aeródromo había aviadores con ideas falangistas, como fueron Miguel García Pardo y Luís Calderón Gaztelu, dos pilotos que fueron muy famosos en el bando nacional por conseguir escaparse del aeropuerto del Prat y poder volver a territorio nacional.
Para evitar que el aeropuerto cayera en manos de los insurrectos, Sandino adoptó diferentes medidas, colocó ametralladoras y piezas de artillería en puntos estratégicos del pueblo, repartió armamento a los obreros del pueblo, hizo puestos de vigilancia y vigiló oficiales sospechosos en simpatizar con el levantamiento. Diaz Sandino, comunicó al alcalde de El Prat, Jaume Clausell Pradell:
“La guarnición de Barcelona se ha sublevado contra la República. Diga a todos los hombres de ese pueblo que estén dispuestos a empuñar las armas para defenderla, que vengan inmediatamente a este aeródromo, donde les daré fusiles y quedarán a mis órdenes en las mismas condiciones que los demás soldados de Aviación”.
Debido a su actuación apoyando a la República, el general Goded le dijo que si no se unía a sus compañeros de armas sería fusilado
Gracias a las acciones de Sandino, el aeropuerto del Prat no cayó en manos de los insurrectos y pudo proteger el aeródromo que fue decisivo para evitar que Barcelona cayera en manos de los fascistas; por eso, fue nombrado consejero de Defensa de la Generalidad de Cataluña. Sandino también se hizo muy famoso entre la población civil y la ciudad estaba llena de carteles y pintadas donde ponía: Viva Sandino; en El Prat hubo una en la plaza de la Vila haciendo esquina con Jaume Casanovas, al lado del Teatro Moderno.