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CASA DE LA VILA

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Hasta finales del siglo XVII el núcleo urbano de El Prat aún no existía. La vida municipal estaba regida por un consejo de propietarios, la mayoría barceloneses, que habían redactado unas ordenanzas en 1636. Las reuniones del Consejo se hacían en la rectoría o en la casa de alguno de los propietarios más importantes.

El alejamiento del centro oficial de poder y la multiplicación los problemas locales que no eran atendidos adecuadamente, hizo crecer entre la gente del Prat el sentimiento de comunidad.

El año 1689, el rey Carlos II reconoció la personalidad jurídica plena del Prat, mediante un privilegio real a partir del cual se redactaron unas ordenanzas para el gobierno municipal y se constituyó un consejo pratense con competencias plenas. Este consejo lo formaban un sacramental o Batlle, dos jurados y diecisiete cabezas de familia.

ANTIGUO AYUNTAMIENTO

Hacia el 1730, se levantó el edificio de lo común que, además de ser la sede del consejo municipal, era residencia del secretario, cárcel y escuela.

A comienzos del siglo XX, el viejo caserón de común tenía graves deficiencias y las autoridades municipales se plantearon la construcción de un edificio nuevo. La aprobación del proyecto se acordó en el Pleno municipal del 14 de agosto de 1904. La nueva casa consistorial, levantada en el mismo solar que ocupaba el edificio viejo, fue proyectada por el arquitecto municipal Juan Haga y Puig y las obras fueron ejecutadas por el maestro de obras Albert Haga Guilera.

El coste total de las obras ascendió a 43.000 pesetas y el Ayuntamiento endeudan durante años para poder hacer frente a los gastos. La deuda fue tan importante que se pidieron ayudas económicas a los grandes propietarios forasteros y se emitieron obligaciones.

Con los años, se fueron haciendo reformas, algunas de poco volumen y otros que afectaron el conjunto del edificio. Así, a finales de 1916 se aprobó la construcción de los sanitarios y en 1933 terminó la instalación de la calefacción central con agua caliente.

El Prat no paraba de crecer y las dependencias municipales quedaron pequeñas. En 1963 se ejecutaron las obras de ampliación de la Casa de la Vila, para la construcción de nuevas oficinas, que comportó la modificación de la fachada lateral oeste y la sustitución de la antigua fuente del común. Con la reforma de 2002, la fuente se cambió de lado, en el lado de la calle Mayor, a fin de conservar este elemento testimonial de interés histórico.

Entre 1983 y 1984 se hicieron nuevas reformas interiores del edificio, mientras se empezaban a buscar nuevos emplazamientos para buena parte de los servicios municipales: calle Centro (1985), calle Mayor, 24 (1985 y 2004), Brigada (1994), Policía Local (1994) y Promoción Económica (1996). Véase el interior de la Casa de la Vila.

En el año 2002 se inauguró la última remodelación de la Casa de la Vila.

El edificio del Ayuntamiento está catalogado como Arquitectura pública dentro del Catálogo de Patrimonio Arquitectónico aprobado en 2004.

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Historia

Aeropuerto del Prat

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El Ministerio de Marina, de lo que dependía la actividad aérea militar desde su creación en 1917, arrendó La Volateria, en 1921

El Ministerio de Marina, del que dependía la actividad aérea militar desde su creación en 1917, arrendó La Volateria, en 1921. Instaló la Aeronáutica Naval, cuya actividad principal era una escuela de formación de pilotos militares. La escuela se mantuvo hasta 1932, cuando fue trasladada a San Javier, en Murcia, quedando el aeródromo como base de la III Escuadra Aérea de la aviación naval. En 1927, al crearse la compañía Iberia, se establece la línea aérea Madrid – Barcelona, ​​utilizando como base de operaciones el campo de la Aeronáutica Naval, y al año siguiente la compañía Lufthansa inaugura el servicio Barcelona – Berlín.

La compañía Latecoère (más adelante Air France), que había utilizado las instalaciones de la Volatería, creó su propio aeródromo en 1920, con motivo del establecimiento de un servicio aéreo postal entre París y Barcelona. Este aeródromo, situado junto al antiguo camino de Valencia, también era escalera de las principales rutas de la compañía con el norte de África y América. Conocido popularmente como el campo francés, se mantuvo en funcionamiento hasta 1939.

En 1922, el Real Aero Club de Cataluña, adquirió unos terrenos en El Prat, cercanos a la escuela de la aeronáutica naval. Bajo la dirección de Josep Canudas, al año siguiente, en 1923, se logró poner en funcionamiento un campo para la aviación civil, que sería conocido con el nombre de su promotor e impulsor, Aeródromo Canudas. Esta denominación, que surgió del uso popular, se oficializó en 1926. En 1929 se constituyó una escuela de formación de pilotos (Escuela de Aviación Barcelona). Era el tercer campo que tenía El Prat y los tres funcionaban a la vez. Al empezar la guerra civil todos los campos se unificaron y pasaron a depender de la Consejería de Defensa de la Generalitat, primero, y del Ministerio de Defensa, después. No se volverían a separar. En 1941, en base a los antiguos campos, se constituyó el Aeropuerto Nacional. Las autoridades de la época, para justificar la ampliación del aeropuerto, utilizaban argumentos tan inverosímiles como la baja calidad de las tierras que debían ocuparse. De nada sirvieron las quejas de los propietarios afectados y las tierras fueron expropiadas. En 1949, el aeropuerto fue reformado y ampliado, con las consiguientes nuevas expropiaciones.

El aeropuerto y el tráfico aéreo iban creciendo. En 1963 se alcanzó la cifra de un millón de pasajeros. En los años siguientes se ampliaron las pistas y servicios internos, construyéndose la primera torre de control.

En 1968 se inauguró la nueva terminal de pasajeros que, dos años más tarde, incorporó el mural del artista Joan Miró, realizado en colaboración con el ceramista Llorenç Artigas. Este mural de bienvenida se convirtió en todo un símbolo del aeropuerto del Prat.

Con motivo de la celebración de los Juegos Olímpicos de 1992, el aeropuerto amplió la terminal B y se construyeron dos nuevas, la A y la C, proyecto del taller de arquitectura de Ricard Bofill. En 1995 se inauguró la nueva torre de control.

En 1999 se aprobó el Plan Director del Aeropuerto, tercer gran proyecto de transformación y modernización de las instalaciones y servicios aeroportuarios de El Prat, después de los de 1968 y 1992. La nueva terminal, la T1, se ha convertido en el elemento más emblemático de esta actuación. Después de un concurso internacional, fue escogido el proyecto presentado por el taller de arquitectura de Ricard Bofill.

En 2004 entró en funcionamiento la tercera pista del aeropuerto, ubicada entre los lagos del Remolar y de la Ricarda, después de un largo debate que en algún momento puso en peligro la pervivencia misma de estos estanques. El pacto final incluyó la recuperación para la ciudad de toda la franja litoral y otras medidas compensatorias, medioambientales y patrimoniales, como el traslado de Granja la Ricarda y la construcción de los nuevos accesos al mar. El aeropuerto actual ocupa casi un tercio del término municipal de El Prat y su influencia territorial y socioeconómica sobre la ciudad es muy importante. Es la principal empresa de El Prat y la que emplea a más población activa.

La procedencia de esta información proviene de la página web del Patrimonio del Prat de Llobregat. http://m.elpratocult.elprat.cat/

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